martes, 28 de julio de 2009

Ninguna relación: Como una ideología fue absuelta de sus crímenes

Luego del asesinato de Orlando Letelier el prestigio de Friedman incluso en la misma Escuela de Chicago ya no fue el mismo, dado que se había transformado en algo ineludible la relación del crimen con el espacio represivo que requería del capitalismo para poder ser desarrollado.

Pese a ello, el año 1976, Friedman recibe el Premio Nobel de Economía. Un año más tarde, sin embargo, Amnistía Internacional, se había dedicado intensamente a denunciar las violaciones a los derechos humanos que se estaban cometiendo en las dictaduras de Chile y Argentina. Por ello reciben el Premio Nobel de la Paz.

Esta tensión favoreció en algún sentido el establecimiento de la idea que "no había relación" entre las violaciones a los DD.HH. y el sistema económico. Para Klein se estaba planteando entonces la idea de violaciones a los DD.HH. escindida como herramienta para fines políticos y económicos. Esto a propósito del trabajo de divulgación y denuncia que estaba realizando Aministía Internacional. No se establecen relaciones al sentido de la represión. No se enlaza la participación, de las multinacionales, del efecto político que se quería lograr.

Tanto en Chile como en Argentina, el lenguaje de defensa de los DD.HH. abandonó las viejas retóricas de izquierda y de derecha, del norte y del sur, del oeste y del este. Plantearon que todos los seres humanos tienen derecho a un juicio justo y a no sufrir torturas o tratos degradantes. Fue la vía por la cual fue posible hacer oposición a las dictaduras, pues se estaba apelando a las cuestiones más fundamentales, a las reglas del juego más básicas.

La Fundación Ford por su parte, que había financiado la formación en universidades norteamericanas de los economistas de las sangrientas dictaduras del cono sur de América Latina y en Indonesia, se encontraba cuestionada. Asimismo es la Fundación Ford la que comienza a financiar las actividades de defensa de los DD.HH., tanto en Argentina como en Chile.

Nota: Azucena de Vicenti, dirigente de las Madres de la Plaza de Mayo, desaparecida junto a otras 11 madres y dos monjas francesas.

2 comentarios:

LEON PLATA dijo...
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LEON PLATA dijo...

Con el incremento de las guerras sucias en el continente, y la política de terror, materializada vorazmente en la violación sistemática de DDHH, el capitalismo halló una fuente de vida - terrible paradoja- y una forma de quiebre a las luchas populares organizadas. Fue así; sectores progresistas se volcaron a la validación del discurso liberal como una forma de proteger los DDHH (no siempre a los humanos), revitalizando de paso, la ética y moral Kantianas. Los voceros de las víctimas del capitalismo se convirtieron en publicistas de la ideología capitalista. De cualquier forma, en los terrenos de la represión, acudir al derecho liberal-burgués para impedir más crímenes de lesa humanidad parece necesidad puntual como forma de supervivencia. En Colombia exterminaron todo un Partido Político de Izquierda en los 80- eso sin Pinochets, Videlas o Somozas aparentes- razón por la cual, lo que iba quedando de las luchas se dedicaba a sobrevivir. De cualquier forma, el arsenal ideológico liberal permeó hondamente los procesos anti capitalistas, desdibujando sus metas y disipando sus convicciones, a tal punto, que uno de los ataques ideológicos capitalistas neo liberales: la atomización de los colectivos sociales en pequeñas organizaciones para reclamos individuales poco articuladas entre sí, se escenificó de manera casi que imperceptible. Hoy, el único partido de Izquierda con presencia nacional ya no hace un llamado a la lucha de clases sino a la "lucha por los derechos". Todo esto ha conllevado a que la población no ubique los crímenes de lesa humanidad, en su contexto económico y político, sino que los avisten como una ficción que personifica la maldad misma, maldad ésta, sin sujeto por supuesto. Vivimos una Dictadura sin Dictador aparente, una democracia que se ensalza en el discurso mediático de " la democracia más antigua del continente"; ojalá los medios informaran que con más atrocidades y víctimas que cualquier Dictadura de uniforme en casa presidencial. Valdría la pena repasar el texto del Fascista Carl Schmitt: "La Dictadura", que con escalofriante honestidad, prueba que las democracias modernas encubren todas, formas Dictatoriales.
Habrá que seguir promoviendo los DDHH, pero anulando su visión post-moderna, según la cual, las cuestiones humanitarias son todas aisladas entre sí, y no obedecen a una realidad económica y política compleja... habrá que gritar a los cuatro vientos que los DDHH no tienen alma, que los que tienen alma son los HUMANOS, y que éstos no son libres merced al modo de producción vigente.