miércoles, 22 de abril de 2009

Estados de shock: El sangriento nacimiento de la contrarrevolución

Se muestra que Pinochet tuvo el control absoluto del ejército o bien dicho en otros términos sólo combatía un bando. Señala la autora que el golpe militar fue muy violento, como si fuera una guerra en ese momento como plantea la autora. El apoyo de la CIA a través de los documentos desclasificados, ya es un hecho declarado. Fue un golpe que rápidamente estableció un estado de shock en la población y con un mensaje muy claro: La resistencia, de cualquier modo que se expresará, seria aplastada. Una de sus expresiones referentes fue la Caravana de la Muerte.

En cuanto al frente económico, Sergio de Castro que estaba vinculado con el Diario el Mercurio, logran editar un documento, que era el Ladrillo, el cual fue entregado rápidamente encuadernado a los miembros de la Junta Militar. Este documento dice Klein que es asombrosamente similar al texto Capitalismo y Libertad de Milton Friedman.

Comienza entonces lo que denominado por los mismos Chicago Boys, una revolución. Una revolución que tuvo repercusiones en el mundo ecomómico a nivel mundial. hubo una prumera crisis que empeoró la situación que hizo que el propio Friedman visitara Chile en el año 1975. Esto permitió convencer aun más a Pinochet en intensificar la receta del capitalismo.

Luego de su visita continúan los intercambios entre Pinochet y Friedman, el cual insiste en que las políticas y decisiones que deban tomarse tendrá que hacerse de manera rápida y no gradual por tanto. De manera violenta como un shock.

Además plantea la autora que esta revolución no fue de un mercado liberalista con una mercado libre detrás sino un Estado corporativista ideado por Mussolini. Un estado policial con una alianza con tres mayores fuentes de poder de una sociedad: El gobierno, la empresa y los sindicatos. Todos colaborando para mantener el orden en nombre del nacionalismo.

Lo que Chile inauguró plantea Klein, fue una evolución del corporativismo, una alianza de apoyo mutuo, en la que un Estado policial y las grandes empresas unieron fuerzas para lanzar una guerra contra el tercer centro de poder que eran los trabajadores.

Posteriormente Klein plantea como estas prácticas se trasladaron a Brasil, Argentina y Uruguay. Los economistas formados en la Escuela de Chicago estaban entonces dirigiendo las políticas económicas de esos estados. El uso de la tortura, la Operación Cóndor, son mencionados por Klein como parte de la terapia de Shock. Además del entrenamiento en tortura que había entregado la CIA y además como parte del legado de la Escuela McGill.

Destaca una aplicación más directa del manual de la CIA en el centro de tortura y exterminio de Villa Grimaldi. Las "casas corvi",  un prisionero en Uruguay estuvo 10 años encerrado en un pequeño espacio donde solo veía una ampolleta y nunca vio el Sol, en Argentina se utilizaron los "tubos" como lugares de hacinamiento donde no podían moverse. Además de la aplicación de corriente eléctrica.

Rodolfo Walsh descifró un telegrama de la CIA que le permitió a Castro prevenirse de la invasión a la Bahía de Cochinos. Vivió en Buenos Aires y hacía recopilaciones de las personas que había sido muertas por la dictadura y su hija también fue víctima de la represión. Sin embargo describe un documento donde señala las atrocidades del gobierno, con mayor énfasis en destacar la idea de un sistema que estaba generando lo que el llamó una cuidadosa ejecución de la miseria planificada.

En todos estos casos de plantea la idea de la "guerra contra el terror". Massera plantea que esta era una guerra por la libertad y contra la tiranía. La CIA financió una campaña en contra de Salvador Allende, representándolo como un tirano y como un enviado de la KGB para establecer un estado policial soviético. Un documento desclasificado del Departamento de Estado de los Estados Unidos, demuestran que César Augusto Buzzetti, ministro de Relaciones Exteriores de la Junta argentina le dijo a Kissinger el 7 de octubre de 1976 que las organizaciones terroristas habían sido desmanteladas.

La guerra contra el terror, dice Klein, en realidad no estuvo dirigida contra las personas que pudieran haber estado en las guerrillas. La guerra no fue por sus armas si no por sus ideas. Fue la guerra contra el terror con el terror.

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